MORALES, FRANK CARLOS
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES. NUCLEO UNIVERSITARIO DEL TÁCHIRASAN CRISTÓBAL – ESTADO TÁCHIRA
14 DE SEPTIEMBRE DE 1996
En Venezuela se puede observar la relación que existe entre la evaluación y la sociedad, como elemento comprobatorio de los trabajos realizados por las personas en la colectividad.
Esa relación, ya mencionada, data desde la época de la colonia. España, trata de llevar a las colonias americanas los medios de difundir el saber y la cultura. La preocupación más inmediata fue la educación primaria. La educación en esta época se caracterizó por tener como motivo central la religión. La forma de evaluación, era a través de interrogatorios orales, en donde se exigían respuestas exactas, tal y como estaban en el texto de estudio. Esto se enmarca dentro de la concepción tradicional de la evaluación, aquí la educación se basaba en la memorización de los hechos y de las cosas. Concepción muy criticada en su época, aunque actualmente hay educadores que se basan en esta concepción de la evaluación y por ende de la educación.
La evaluación durante la Independencia no es más que la continuación de la evaluación en la época de la colonia española, con un aditivo, que la evaluación era así: una que se realizaba sobre la base de los conocimientos, y otra de carácter de pertenencia de la clase social. Dado que solo tenían derecho a estudiar en las universidades los descendientes de los españoles.
La evaluación después de la Independencia se torna un poco confusa, ya que una persona podía ir a la universidad con sólo saber leer y escribir, sin pasar por la escuela. También se crean códigos y decretos. En los cuales se mantiene la concepción tradicional de la evaluación.
Durante el siglo XX, desde sus comienzos, se ha tratado de hacer cambios en evaluación, mediante la creación de códigos, decretos, reglamentos, leyes…, para mejorar la evaluación, y dejar atrás su concepción tradicional, y tomar en cuenta al alumno (el evaluado) como un ser activo y no pasivo dentro del sistema educativo venezolano. Pero aún así, muy en el fondo se ve el fantasma de la evaluación tradicional.
En la Reforma Educativa en 1970 se intentan hacer cambios en la evaluación, tomando en cuenta los fenómenos económicos y sociales que ocurren en el país. Uno de esos cambios fue la promoción automática (sólo con el 75% de asistencia se aprobaba el grado) en la educación primaria, así como nuevos métodos de evaluación en la educación secundaria. El proyecto de la promoción automática fracasa y lo que se establece en la educación secundaria (valorar de un modo integral, continuo, acumulativo, científico y cooperativo) se queda en el aire, o escrito en un papel, porque simplemente se reduce la evaluación a la medición.
La evaluación debe ser continua, integral y cooperativa, según la Ley Orgánica de Educación y su Reglamento, pero en la realidad educativa esto no se da, ya que no se han dado las condiciones necesarias para que esas características de la evaluación se cumplan. Como se ha venido observando, la evolución histórica del Sistema Educativo Venezolano, se ha caracterizado por la abundante legislación que ha regido la educación a través de los años. Por último, hay que decir que las disposiciones legales experimentaron notables progresos.
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